martes, 20 de octubre de 2020

 Reflexiones sobre las clases Online

Sin duda, este tema de dar las clases en línea genera múltiples cuestiones.
 
1:Herramientas.
Vemos que en Argentina  y en varios países se usa la palabra Zoom en lugar de "Videoconferencia", o "Videoreunión", o lo que fuera.
Tengo instalado en mi móvil y en mi PC:
  • Zoom.
  • Jitsi.
  • Google Meet.
  • Microsoft Teams.
  • WhatsApp.
  • Telegram.
  • Duo.
  • WebEx (Cisco). 
  • Skype.
  •  ...
No es raro que me digan "hacemos un Zoom por Jitsi". Felicitaciones a los encargados de marketing de la empresa Zoom, que lograron imponer su marca como sinónimo del servicio.

2: Dependencia tecnológica o desarrollo de industria nacional
Nuestra Universidad, la UTN, contrató a la empresa Zoom cientos de cuentas que nos brinda a los profesores para que las clases no se corten a los 40 minutos. La pregunta es por qué contrató el servicio en lugar de instalar un servidor Jitsi, que tiene licencia FOSS (software libre) tal como hacen muchas universidades en el mundo. 
En lugar de adquirir conocimientos y difundir herramientas libres, lo que potencia la industria del software nacional y apoya al desarrollo, nuestra universidad promociona empresas foráneas que generan el giro de divisas al exterior y genera dependencia tecnológica. Esto va totalmente en contra del mensaje institucional de ser dignos herederos de la Universidad Obrera, pero parece que al rectorado no le interesa. En última instancia, es coherente con la política que tomó con el correo institucional, al dar de baja los mailservers propios y contratar el servicio a Microsoft, con el correspondiente giro de divisas.
 
3: Clases a cuadraditos negros
Es fundamental para el docente la retroalimentación que genera las caras de los alumnos, pero nos han solicitado que no pidamos que prendan las cámaras en las clases, por los siguientes motivos:
  1. Invasión de la privacidad del hogar del alumno.
  2. Consumo de ancho de banda.
  3. ...
 Lo que nos lleva a hablar a cuadraditos negros. En mi caso le solicito al ayudante que por favor prenda la cámara, para ver al menos una cara. Yo respeto los motivos dados, pero también creo que en muchos casos no se invade y tienen servicio que les permite prenderla, por lo que creo que la política al respecto debería ser que apagarla sea una excepción y no la regla.
 
4: Formas
En muchos casos, los docentes han continuado con sus clases magistrales, solo que a través de Internet.
Realmente se hace bastante difícil mantener la atención durante 90 minutos a una pantalla monótona donde se ve una  presentación o la cara de un docente repitiendo un texto como si fuera un mantra tibetano. 
En mi caso hemos modificado sustancialmente la forma. Grabamos videos de no más de 20' de duración, típicamente 15', y las clases son de consulta sobre los temas explicados en el video. 
Tampoco hemos tenido mucho éxito, varias clases de consulta terminan a los 20' porque nadie tiene dudas. (En realidad no los vieron). Permitimos preguntar por cualquier video, ya sea de los grabados hace una semana o en abril, pero no conseguimos mucha participación.

O sea, la verdad sea dicha, no le estamos encontrando la vuelta, y solo esperamos la vuelta a las presenciales, que tampoco son tan buenas.



 


 

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